Tradición familiar

La elaboración y venta de queso ha estado presente en nuestra familia desde hace generaciones. Hasta mediados del siglo XX era Valentina Mendia quien se encargaba de la elaboración del queso de cesto (típico de nuestro valle) y posteriormente los vendía en los astiales de la plaza de Orduña, el mercado semanal más grande de nuestra zona en aquella época. Compraban queso tanto los vecinos de Orduña como personas que venían desde pueblos colindantes, así como también las regateras, mujeres que venían desde Bilbao a comprar los quesos para después venderlos en la Villa.

Valentina Mendia y José Menoyo tuvieron 7 hijos, Jose Luis y Lourdes han sido los que hasta hoy en día junto con José Ramón Martínez (marido de Lourdes) han llevado las riendas del caserío Larrabe. Eso sí, siempre con el constante apoyo las hijas y de todos los hermanos, quienes han sido fundamentales para poder llevar a buen puerto el proyecto de quesería iniciado en el año 2000. Muy importante fue también el paso por la escuela de pastores de Gomiztegi en el año 2000, ya que en ella se formaron Lourdes y José Ramón con el fin de disponer de todos los conocimientos y herramientas necesarias para el adecuado manejo y gestión del rebaño y la quesería.

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La quesería

El queso que elaboramos está certificado como queso con Denominación de Origen Idiazabal,  además,  formamos parte de la asociación de pastores queseros Artzai Gazta, de forma que garantizamos que la leche con la que elaboramos nuestros quesos sale directamente de nuestro propio rebaño, única manera de asegurar la calidad en todo el proceso de producción.

Estamos ubicados en Aguiñiga (Aiara-Ayala), al cobijo de nuestra querida Sierra Salvada, en un paraje natural de alto valor y del que nos sentimos muy orgullosos. Una parte muy importante del sabor de nuestro queso reside precisamente en ello, ya que los verdes prados de Aguiñiga permiten alimentar de forma adecuada a nuestro rebaño, obteniendo finalmente una leche con alto valor nutricional.

El proceso de elaboración es minucioso y laborioso, se deben de respetar los tiempos y temperaturas adecuadas tanto en la elaboración como en el posterior proceso de maduración de los quesos para una vez transcurridos los 60 días poder  disfrutar su exquisito sabor.

Si deseáis conocer más sobre el proceso de elaboración del queso, catarlo, así como visitar las instalaciones de la quesería, podéis acercaros y verlo de primera mano, ¡Estáis invitados!.